El tejido graso puede memorizar el peso.
Para las personas que viven con obesidad, perder peso puede ayudar a reducir el riesgo de problemas de salud como diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares (SN: 29/02/24). Pero perder peso y no recuperarlo es difícil y no está claro por qué. Un nuevo estudio en ratones y células humanas muestra que la lucha puede deberse en parte a cambios genéticos que pueden persistir incluso después de la pérdida de peso.
Las etiquetas químicas en el ADN que actúan como paneles de control genéticos, llamadas epigenética, pueden controlar qué genes se activan o desactivan (SN: 18/02/15). En el tejido adiposo, el estado de algunos genes y estas etiquetas parecen crear una «memoria» celular de la obesidad, informan investigadores el 18 de noviembre en Naturaleza. Los hallazgos sugieren que esa memoria puede suprimir el metabolismo y acelerar la ingesta de nutrientes, lo que dificulta que los esfuerzos por perder peso se mantengan.
Los hallazgos apuntan hacia una razón para el ciclo «yo-yo», en el que las personas pierden y recuperan peso repetidamente, dice Ferdinand von Meyenn, epigenetista de ETH Zurich. “¿Cómo podemos mejorar eso? ¿Cómo podemos cambiar eso? Porque de lo contrario (los cambios genéticos) estarán ahí y a la gente le costará superar eso”, afirma.
Von Meyenn y sus colegas compararon el tejido adiposo (que contiene células grasas y otros tipos de células) de personas con y sin obesidad. Los genes relacionados con el metabolismo eran menos activos en el tejido de personas con obesidad, incluso después de que esas personas perdieran peso.
Los experimentos en ratones también mostraron que algunos genes implicados en el metabolismo todavía estaban desactivados en animales anteriormente obesos. Muchos de esos genes estaban relacionados con cambios epigenéticos que podrían influir en cómo se activa o desactiva el ADN, dice von Meyenn.
Es más, el equipo descubrió que las células grasas de ratones anteriormente obesos absorben nutrientes mucho más rápido que las células de ratones delgados. Después de que los ratones perdieron peso, los animales con memoria de obesidad ganaron peso más rápido.
Si bien perder peso puede mejorar la salud metabólica, los cambios epigenéticos que persisten sugieren que, para algunas personas, mantenerlo es una batalla cuesta arriba, dice von Meyenn. Las personas que toman medicamentos para bajar de peso y para la diabetes como Ozempic también pueden recuperar peso si suspenden el tratamiento, lo que da a entender que los medicamentos no ajustan los cambios genéticos (SN: 13/12/23). Pero tal vez otros medicamentos o una combinación de tratamientos algún día puedan borrar la memoria de las células grasas.
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