Las lunas de Marte podrían ser los restos de un asteroide desafortunado que se acercó demasiado al Planeta Rojo.
El origen de un asteroide triturado podría ayudar a explicar las características misteriosas de las lunas pequeñas y de formas extrañas, sugieren los científicos en la edición de enero de Ícaro.
Mientras que la mayoría de las lunas son grandes orbes redondos, Fobos y Deimos de Marte son pequeñas patatas grumosas.
Hay dos ideas principales sobre cómo se formaron las lunas. Una es que las lunas en realidad eran asteroides atrapados por la gravedad de Marte. Pero esa idea no explica las órbitas circulares y estables de las lunas alrededor del ecuador de Marte.
La otra es que Fobos y Deimos se formaron como nuestra propia luna, a partir de los restos de un impacto gigante (SN: 4/7/16). «Esa es una de las pocas formas de crear un disco grande del que puedan surgir lunas», dice el científico planetario Jacob Kegerreis del Centro de Investigación Ames de la NASA en Mountain View, California.
Kegerreis y sus colegas sugieren algo intermedio: tal vez Marte capturó un asteroide, pero la gravedad del planeta hizo trizas la roca. Los restos podrían haber formado un anillo de corta duración alrededor del Planeta Rojo. Las lunas de papa podrían formarse a partir de allí, con órbitas circulares ya establecidas.
Para probar la idea, Kegerreis y sus colegas realizaron cientos de simulaciones por computadora de asteroides condenados en su paso cercano a Marte. Los diferentes tamaños, velocidades y giros de los asteroides marcaron una gran diferencia en la forma en que se formaron los anillos, pero los anillos se formaron.
«Lo que descubrimos felizmente es que, en una variedad de condiciones, se obtiene una gran cantidad de material que podría formar un disco», dice Kegerreis.
Una próxima misión podría ayudar a determinar qué idea es la correcta. La misión Mars Moons Exploration de la agencia espacial japonesa está programada para lanzarse en 2026 con planes de recolectar material de la superficie de Fobos y traerlo de regreso a la Tierra.
Si esas muestras tienen composiciones similares a las de Marte, eso respalda la hipótesis del impacto gigante, dice Kegerreis. Si son más similares a un asteroide o tienen más agua y otros compuestos que se evaporarían con el calor de un impacto, entonces la hipótesis del asteroide destrozado parece más probable.
Estudiar estas lunas también podría ayudar a comprender las lunas alrededor de planetas extrasolares. (SN: 13/01/22).
«Incluso si esta no es la forma en que se formaron las lunas de Marte en particular, podría ser la forma en que se forman las lunas alrededor de otro planeta», dice Kegerreis. «Ahora que estamos encontrando todos estos exoplanetas y, con suerte, exolunas, vale la pena explorar cómo podrían suceder estas cosas en diferentes sistemas solares, aunque no en éste».
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